jueves, noviembre 23, 2006

 

HUAYNO AYACUCHANO


APUNTES PARA EL ESTUDIO DEL HUAYNO AYACUCHANO


Por la importancia de la cultura popular como componente de la identidad nacional y regional, he decidido escribir un breve ensayo sobre el huayno ayacuchano. Este trabajo es fruto de una larga investigación a travez de diversas fuentes. Los comentarios expresados son la opinión del autor y presentados a manera de hipótesis para posteriores investigaciones. Empezaré con reseñar la historia y evolución del folklore ayacuchano.


A mi entender la manifestación artística que denominamos "huayno ayacuchano", se encuentra dentro de la expresiones que conforman la cultura andina, con orígenes en épocas bastante remotas. Antes de la invasión española, el mundo andino conocía ya del arte musical, con creaciones bastante variadas y calidad artística, con un desarrollo de muchos siglos, que abarcarían periodos preinca e inca; en la actualidad, todavía se pueden encontrar en algunos pueblos andinos, manifestaciones que recuerdan a esa época, principalmente en aquellos que por su lejanía no sienten la influencia de la cultura occidental moderna.

La región ayacuchana, ubicada en la zona del centro-sur de los andes peruanos, no estuvo ajena a dicho desarrollo cultural; pero el presente trabajo se centrará básicamente, en el periodo de después de la llegada de los españoles, que son los que dan forma a las manifestaciones contemporáneas del folklore ayacuchano.

Es reconocido por muchos autores, la influencia cultural, ejercida por los españoles desde Huamanga, hasta todo una inmensa región que en la actualidad conforman los departamentos de Huancavelíca, Ayacucho y Apurímac, todo esto en la época colonial. Dado esta importancia, como diría el Dr. Federico Kauffmann Doig, “Cuzco es al lado de Potosí y Huamanga, el centro mas importante del arte virreinal”. (Panorama del arte virreinal en “Historia general de los Peruanos” T. 2 1975). Este factor será muy importante en el desarrollo futuro de la cultura regional, donde el impulso de las autoridades eclesiásticas, virreinales y la nobleza establecida en Huamanga, dinamizaron las actividades culturales de la ciudad y sus ‘’términos’’; y por otro lado, la gran masa indígena que habitó la región, portadores de la cultura ancestral andina, fueron elementos que definieron las características únicas que identificarán al estilo de Huamanga. Materia del presente trabajo no es la de analizar las condiciones de explotación que, evidentemente, constituyen parte de la historia en la etapa colonial.

MESTIZAJE CULTURAL EN LAS EXPRESIONES MUSICALES

Un aspecto importante, dentro del desarrollo cultural en la etapa Colonial en la Historia del Perú, es el denominado mestizaje cultural que no es otra cosa que la integración de algunos de los diversos elementos culturales pertenecientes a la llamada andina y española.

A continuación trataremos de definir lo que constituye una integración cultural, para efectos del presente trabajo; bien, en las sociedades existen grupos humanos que se diferencian ya sea por aspectos de raza, religión, condición social; lo que delimita, el conjunto de costumbres y tradiciones culturales para cada grupo, por la rigidez en el desenvolvimiento de las relaciones sociales, por la existencia de prejuicios y otros elementos. Todo esto nos ofrece una imagen, como el que se pudo presentar inmediatamente después de la llegada de los españoles, donde la incomprensión mutua, era permanente y determinaba una diferencia estructural en los modos de comprender el mundo y vivir en él. Entonces la integración cultural constituiría en una suerte de unión entre grupos de diferentes culturas, y que producto de una larga convivencia y otras coyunturas históricas, tener manifestaciones culturales en común, o por lo menos la comprensión del papel que le toca a cada sector social en desarrollo de las actividades costumbristas del pueblo. Todo esto, producto de una evolución histórica muy compleja. Por ejemplo, las tradiciones religiosas en Huamanga, donde participaban, los indios, mestizos y señores, cada uno con un papel bien definido; otra de las manifestaciones constituye la expresión musical que es tema de nuestro interés.

Pero, hay que hacer una importante precisión: esto no significa una integración que traerá, como consecuencia, la eliminación de las diferencias socioeconómicas, para formar un solo grupo social. Considerando las relaciones económicas, con la existencia de distintas clases sociales, estas se mantendrán. Otra precisión importante, es que este fenómeno cultural, aplicado a la realidad peruana, no necesariamente se pudo dar de manera pacífica, la resistencia cultural, llevada a cabo por los sometidos se dio y que en muchos casos estuvo marcada, por actos violentos; tal es el caso del Taki Onkoy y otros conflictos religiosos y/o sociales.

En Huamanga, ciudad importante en el periodo colonial, se estableció: una elite de españoles, poseedores de extensas tierras; ciertos grupos de criollos, que se dedicaban al comercio y otras actividades; los mestizos, que fueron la mayoría, dedicándose básicamente a la artesanía manufacturas y otras; y una cantidad de indígenas, dedicándose a actividades serviles en beneficio de los españoles. Todos estos grupos sociales, tuvieron que convivir en una misma ciudad, desarrollando sus actividades económicas y sociales, a lo largo de toda la época virreinal (prolongándose en mucho aspectos hasta muy entrada la época republicana), produciéndose influencias mutuas en el aspecto cultural.


PROCESO CULTURAL EN EL HUAYNO AYACUCHANO

En consecuencia, una integración cultural, principalmente en el aspecto del arte musical, se produjo en Huamanga en la época virreynal; aproximadamente en la segunda mitad del siglo XVIII, entre grupos raciales distintos cómo españoles y mestizos. Tal es así que encontramos en una de las memorables Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma titulada “Un Obispo de Ayacucho” (T. III, p. 109-115) en la que nos relata parte de la historia de Don Francisco Lopez Sánchez, vigésimo obispo de la Diócesis de Huamanga, en el año 1783, y nos dice que “Los Huamanguinos han sido y son y son los mas furiosos charanguistas del Perú, no hay uno que no sepa hacer sonar las cuerdas de ese instrumentillo llamado charango” mas adelante el autor también relata la existencia de la guitarra, y de cómo un grupo de personas tocaban música vernacular al lado de un clérigo. Este episodio nos recrea una imagen de una ciudad en la que la gente se divierte baila canta música tradicional de un modo masivo.

El presente trabajo se ocupará de lo relacionado al huayno, que es una expresión musical propia del Perú y de algunos de los países vecinos, que también son andinos. La integración cultural en este aspecto se manifestará de la siguiente manera:

El huayno, esencialmente indígena, será practicado también por los mestizos y españoles, con un estilo diferente que nos mostraran las influencias hispanas en el arte andino, haciendo uso de instrumentos musicales del viejo continente, como la guitarra (ya en el siglo XIX), la bandurria y la adaptación andina denominada charango; estilo de tocar y entonar los cantos, que en el futuro identificará a la región Huamanga; todo esto principalmente en el caso del huayno propio de la región, con características muy bien definidas, en la manifestación mestiza. Los etno-musicólogos pueden diferenciar de modo más especializado, la afirmación anterior.

La influencia de este estilo de entonar las canciones abarcará regiones bastante alejadas, como es el caso del Cusco, Arequipa y lo que hoy es el departamento de Junín. Esta corriente artística vamos a denominarlo como la Escuela Huamanguina del huayno, cuyas características como ya lo manifestáramos son peculiares, muy propias y bien definidas. Debemos afirmar que este proceso, no sólo se expresará con el huayno; tal fenómeno se presenta también en el yaraví ayacuchano (en Ayacucho existen yaravíes que datan de la misma época que en Arequipa) que tiene su característica fuga de huayno, lo que lo diferencia del yaraví de otras regiones. Posteriormente, también aparecerá la marinera ayacuchana, también con fuga de huayno.

Es importante precisar, que el español o criollo de Huamanga, ejecuta también el huayno, en el estilo mestizo, que precisamente es el estilo integrador y el que define, la identidad regional, he incluso, se sabe de composiciones criollas de muchos huaynos; las evidencias para esta afirmación, lo encontramos, en los orígenes de muchos cantos, y en las tradiciones; considerando que, a principios del siglo XX, encontramos aún, a miembros de la clase señorial, componiendo y cantando huaynos, y también con la habilidad de tocar la guitarra, instrumento muy popular en Huamanga. Pero también aparte de cantar y tocar huaynos, ejecutaban otros ritmos musicales, como la marinera, valses, hasta tango; pero estos últimos fueron en una proporción menor que el vernacular, ya que queda poco testimonio de su existencia, en cambio, los huaynos son conocidos hasta ahora, evidenciando su trascendencia.

Este proceso de integración cultural, que daba forma a la identidad huamanguina, no solo se dio en el canto, podemos encontrarlo también en otros aspectos, uno de ellos es el arquitectónico, un estilo español, pero bien ‘’aclimatada’’ al ambiente andino, diferenciándose de otros lugares; mestizos y españoles edificarán en ese estilo a lo largo del “área cultural de Huamanga’’; otro aspecto, son las manufacturas artesanales, que fueron de uso común en toda la región, ya sea con objetivos religiosos o no; otro, es el caso de la religiosidad, con ceremonias, y ritos similares en todo el territorio del Obispado de Huamanga, y así podríamos enumerar otros más.

Los españoles o criollos en Huamanga, en el caso del arte musical, no eran ajenos a esta corriente artística pues como ya lo mencionamos, junto a los mestizos introducirán un estilo que dará cierto prestigio y elegancia a las canciones quechuas, como ya lo anotaba José María Arguedas; podemos distinguir en este caso la habilidad en el uso de los instrumentos de cuerda como la guitarra, la bandurria y el charango, principalmente por lo masivo de su uso, y el nivel de perfección alcanzado, manifestado, en solistas de la guitarra principalmente (mas antes, el instrumento más popular fue el charango, luego la bandurria), con bordoneos y punteos, dignos de admiración; participarán incluso con muchas composiciones, algunas de las cuales perduran hasta hoy, teniendo un valor artístico enorme, por ser poesía, muy bien trabajada, que brotaba de lo mas profundo de su sentimiento, expresado muchas veces en quechua y donde el arte musical indígena, esta presente en esas composiciones.

Es importante señalar que este proceso fue sin precedentes, en el Perú, lo que marca la diferencia con los de otras regiones que en muchos casos logran su integración, y “estilo” mestizo propio en promedio, un siglo después que de Huamanga, vale decir ya en el transcurso del siglo XIX, como en el caso del Callejón de Huaylas, Cajamarca, Huanuco, Cerro de Pasco, Junín, Cuzco y Puno, puesto que antes de ese periodo eran los indígenas los que principalmente ejecutaban y danzaban las melodías lugareñas, y no asi los mestizos y criollos, al menos no con la importancia necesaria para ser considerado como una corriente. Esta es una de las razones, por la que los cantos huamanguinos, por ser pioneros en llevar adelante una corriente mestiza; fueran también ejecutadas, por la clase mestiza de las regiones vecinas; dado la influencia de un foco cultural tan importante como Huamanga.

Parte de la explicación para lo afirmado, podemos hallarlo, en el periodo de opulencia y apogeo que alcanzó rápidamente Huamanga (echo que también fue sin precedentes) en el siglo XVII, a razón de, entre otras, la existencia de las minas de Huancavelica, y de Potosí, permitiendo a la ciudad (por su ubicación estratégica), un crecimiento, y ser fijada como lugar de residencia, de familias españolas nobles; lo que lo diferenció con otras regiones donde en un periodo ya posterior, logran semejante desarrollo (Arequipa y Trujillo logran notoriedad en el siglo XIX, Huancayo en el sigloXX), incluso la ciudad de Lima logra un desarrollo acelerado apartir del siglo XVIII. Esta situación única, permitió un ambiente propicio para el florecimiento de las artes; en una ciudad de muchas casonas señoriales, muchos templos y monasterios, dando un ambiente de vida monástica, que hoy suenan legendarios, como en la Europa medieval, con una vida lleno de religiosidad. Pero a pocos kilómetros de la ciudad se podían encontrar pueblos con mucha población indígena, dedicándose a labores agrícolas, en la mayoría de los casos al servicio de los españoles; esta interacciones cercana entre diferentes grupos de personas, permitió un desarrollo especial en el aspecto de la cultura; pero también debió influir en algo el paisaje natural que rodea a esta ciudad, no olvidemos que la ciudad de Huamanga se encuentra en las faldas de un cerro y el aspecto de las tierras en la mayor parte del año es semidesértico, esta imagen presumo, debió crear en los huamanguinos un temperamento especial que junto al paisaje urbano de la ciudad, propiciaron de alguna manera creaciones bellísimas en la poesía y el canto. Estos junto a otros factores permitieron que la inspiración artística se desarrolle a niveles alturados.

No podemos olvidarnos de la gran masa de indígenas, sometida a explotación, y que, como ya lo mencionamos, habitaban los alrededores de la ciudad, y que no dejaron de cantar y danzar sus canciones, a vista y paciencia de todos los habitantes de la ciudad, estos últimos no dejaron de admirar las expresiones artísticas de estos pueblos.

Las manifestaciones indígenas, sirvieron de inspiración, para los cantos huamanguinos porque el mestizo expresaba mejor sus sentimientos, en el canto quechua; en consecuencia el caudal de las creaciones y composiciones musicales pudo ser cuantiosa en esa época, porque incluso en la actualidad encontramos testimonios, que sólo pueden corresponder a ese tiempo, pues nos hacen rememorar las vivencias de esos tiempos, tal es el caso de historias de los arrieros huamanguinos, tradiciones correspondientes a la época colonial como Helme y muchísimos otros huaynos, que llegaron a parar en otras regiones, pero que cantan las vivencias de los huamanguinos.

Otra de las características de las composiciones huamanguinas, fue el ser anónimo, posiblemente por que, tenía poca importancia, el de adjudicarce la autoría, ya que no era inspirado con propósitos comerciales, cosa que si es común en nuestros días, donde para exigir un derecho comercial, es necesaria, certificarlo como de su propiedad; otra de las razones es que muchas creaciones se hicieron de modo colectivo, como es la característica de los pueblos andinos; pero también, si es que ahora no sabemos el nombre del autor, debe ser por que ya la colectividad se olvidó, dado el tiempo que ha transcurrido.

Es conocido, también el área de influencia de Huamanga, la que entonces correspondió al obispado, zona que con el constante intercambio social y económico que se generó, también se vio influenciado por el estilo en la ejecución de los cantos, guardando variantes locales; en consecuencia, lo que ocurrió fue que los alrededores de Huamanga, las habitadas por indígenas, con sus manifestaciones musicales influenciaban a los músicos huamanguinos, mestizos en su mayoría, que ejecutaban la música utilizando, instrumentos españoles, refinando los sonidos, que incluso la elite huamanguina, compuesta por españoles, admiró y, no faltaron quienes se animasen a también ejecutarlos; para luego, con los viajeros, aquellos que recorrían hasta los últimos rincones de la área de influencia de Huamanga, por motivos ya sean de comercio (los arrieros huamanguinos) u otros, influenciar en esos nuevos lugares, la manifestación mestiza del canto esencialmente indígena - el estilo mestizo de Huamanga -, que llegará a parar en lugares tan remotos para esta ciudad, como: Puquio Huancavelica, Jauja, Andahuaylas, etc. todo este proceso, por un periodo considerable -para estos efectos- de tiempo, marcó las características culturales de la región. Sobre lo último, es importante manifestar, que todos los pueblos desde el más grande hasta el más pequeño (particularmente, los que conforman el ‘’área cultural’’) tienen manifestaciones propias y muy respetables, diferenciándose en algún aspecto con los demás, y el arte musical no escapa a esto; pero que, para el caso de la región Huamanga, encontramos, elementos que distinguen -por fenómenos históricos-, a todo el área de los otros.

De todos estos argumentos podemos afirmar, la notable unidad cultural de la Región Huamanga, impulsado por el centro cultural representado por la ciudad del mismo nombre.

Ahora vamos a tocar el punto sobre el papel de la iglesia en el aspecto cultural, en el periodo colonial el obispado de Huamanga tuvo especial interés de difundir el quechua de la región en todo su territorio, idioma que actualmente es denominado por muchos como el Quechua Ayacucho-Chanka; para servir al propósito de evangelizar a la masa de indígenas, proyecto que de manera impresionante y eficaz tuvo éxito, pues fue implantado en toda la región, superando incluso a los incas, que no alcanzaron ese nivel de éxito; por eso encontramos a españoles que sabían emplear ese idioma muy bien, principalmente los miembros de la iglesia, que incluso componían canciones en quechua, con objetivos catequizadores, que hasta ahora podemos encontrarlo y escucharlo en las canciones religiosas de los templos de Huamanga. En consecuencia encontramos una unidad linguistica en todo el territorio del obispado, donde posiblemente antes de todo este proceso, se usaban muchas lenguas a razón de la variedad étnica existente, producto del fenómeno histórico producido durante el periodo incaico como es el caso de los mitimaes. Es de esta manera que ahora el quechua es el idioma en la que los canto de ayacucho se expresan mejor.

No sólo indígenas y mestizos compusieron en quechua, hubieron también españoles, o descendientes de ellos, es por eso que muchos cantos del área Huamanga son en el mencionado idioma, es muy posible que sea en esta región donde exista la mayor proporción de cantos quechuas, que en otras regiones, indicios no nos faltan; lo que en vez de indicarnos labor exclusivamente de arte indígena, nos pone de manifiesto el aporte español, en el aspecto cultural de los pueblos andinos, por la labor de difusión del quechua. J. M. Arguedas nos dice al respecto: “Este tipo de arte de las clases dominantes, durante la colonia y los primeros cien años de la República, confirió prestigio al quechua y la música mestiza, hecho que permitió y alentó la creación y florecimiento de una ingente literatura quechua y mixta, religiosa y profana, probablemente más rica en Huamanga que en ninguna otra región del país.’’(Notas elementales... y la cultura mestiza en Huamanga. 1951)

Pero con el correr de los años y con los intercambios sociales y económicos, teniendo para este caso, especial importancia los arrieros, toda esta creación se fue dispersando en un amplio territorio del Perú, principalmente la parte sur-central, regiones donde aún sus características internas, no le permitía tener un desarrollo cultural al nivel que Huamanga había alcanzado, y sólo tenían manifestaciones artísticas, que los indígenas practicaban -con escasa variación- desde antes de la invasión española, sin la participación del mestizo. Manifestaciones que no podemos restarle valor, ni en lo artístico ni en ninguna otra categoría, pero que para efectos de integración cultural, hemos observado que tuvo poca trascendencia por razones que necesitan otros estudios. Todo esto pudo ocurrir en todo el siglo XIX. En estas regiones donde la integración cultural aún no se había producido, la música huamanguina se empezó a cantar, y posteriormente darle aplicaciones comerciales, tal es el caso del valle del Mantaro en gran parte del siglo XX hasta la actualidad; otras regiones, fueron: Cerro de Pasco, Cuzco y parte de Arequipa, que en muchos casos pusieron tonalidad local a las manifestaciones propias de la Escuela del Huayno Huamanguino.

En muchos casos las creaciones originales fueron cambiadas primero en el idioma, pasándose del quechua al español, en otros casos, la temática del canto y otros que en ‘’tierras lejanas’’ pudo llevarse a cabo. Los especialistas en la música pueden aportar bastante en esto, comparando las notas musicales y las letras de la canción, pero intuitivamente, para los que conocemos el “estilo” huamanguino, no queda la menor duda que varios de esos cantos fueron composiciones de habitantes de esta región. Con el uso de la tonalidad local en otras regiones, es posible, que el orden original, el estilo propio en Huamanga, haya sufrido cambio, ya sea para hacerlo mas "alegre" o adecuarlo al dialecto local, que muchos huamanguinos, conocedores de su estilo propio, tengan dificultades en reconocerlo, pasando como ‘’huaynos de otro sitio’’.

Pero lo importante es poner ahora de manifiesto que existe una versión original y que, en la mayoría de los casos, las creaciones tuvieron lugar, mucho tiempo atrás, en Huamanga principalmente, o en zonas de su influencia.

Comments:
hola
interesante el articulo, sobre todo para rescatar una imagen que se pierde de la musica peruanana. soy peruano resido en madrid y tratamos de hacer un programa de radio,
quisiera informacion discografica, en torno a autores, compositores y producciones musicales. un saludo pedro
 
Hola Pedro, te agradezco el comentario y te comunico asímismo que puedo facilitarte información discográfica sobre algunos artistas, estare a la espera de las coordinaciones correspondientes.
 
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 
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